domingo, 1 de julio de 2012

es la misma historia sin nombre

Es la misma historia, es lo mismo que se ha estado repitiendo y escribiendo y re-escribiendo una y otra y otra vez, una salida, con la misma gente, aunque sea recién conocida; una noche de fiesta, donde pasa lo mismo, aunque pasen cosas distintas; una ruta de carro que es igual y va hacia los mismos lugares de siempre; es la misma historia que vengo contando hace 2 o 3 años. Esta historia todavía no tiene nombre, no tiene pies ni cabeza, se está generando, pero llegó a caer en un hiatus infinito, todo pareciera como estar en el centro de un huracán, en el ojo que llaman, todo está calmado, todo esta aparentemente bien, pero la tormenta está alrededor, el problema es que la tormenta está ahí y aparentemente no quiero verla. Alejarse del confort en el que se está siempre es complicado y termina siendo algo necesario, pero para poder alejarse del confort hay que tomar un paso para adelante, y ese es el problema, ese es el detalle. Quiero encontrar algo que no se qué es, ando buscando algo que no se qué es, necesito algo y no se qué es... Tengo que romper con este ciclo, con lo mismo que he estado haciendo y con lo que voy a hacer, tengo que cambiar algo en mi vida para poder romper ese mismo patrón, hoy comienzo mi caminata hacia la tormenta, camino hasta que sienta ese huracán golpeándome y tratando de botarme, para volverme a levantar y ver el cielo que debería de ver, no la falsa esperanza de un ojo de huracán. Pensar que ocupaba que me dijeran cinco palabras para poder abrir los ojos es algo sumamente absurdo y ridículo, pero aparentemente necesario. La historia quiere llegar a tener nombre, la historia quiere llegar a llenarse, llenar esas páginas del libro que se está escribiendo hace 24 años y que lleva dos años escribiendo lo mismo con diferentes nombres y lugares, buscar la paz es lo más importante y me estoy dando cuenta que no la tengo. Un pequeño blog emo, yo se, que estupidez publicar estas cosas en internet, donde siempre va a estar y se va a ver lo cortavenas que ando, ese nunca ha sido el problema, nunca me ha importado lo que piense la gente y nunca ha influido en mi vida dichos comentarios, pero creo que es hora de caminar hacia donde debo. Buscar un lugar, no necesariamente físico, donde pueda decir, estoy en casa y soy feliz, es hora de cambiar lo que no me había dado cuenta que tenía que cambiar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario