sábado, 16 de febrero de 2013

de vuelta a la historia sin nombre

Hay tantas cosas que quiero decir, tantas palabras que quiero escribir, tanta poesía, tantas historias, tantas anécdotas que es básicamente imposible empezar y terminar, en este mismo momento no supe como empezar a escribir de nuevo, quiero escribir, no para nadie, para mi, para poderme expresar de nuevo, la frustración, la felicidad, la alegría, la soledad, la compañía; todas estas cosas que llevamos con nosotros, estos sentimientos totalmente opuestos que generan una vida, que generan una sensación de estar completos.

Todo esto y mucho más quiero decir, pero no encuentro las palabras, así que estoy escribiendo sin pensar en que escribir, sin saber que voy a decir y solo poniendo lo que voy a sentir.

Bueno, empecemos con un poemita no?

Desde la ventana puedo ver,
una gran nube, un gran espacio.
Este mismo espacio me llama,
me hace buscar el aire, la libertad.

Como cuando era niño,
haciendo dibujos en el cielo, mi cabeza en las nubes.
Siempre buscando algo que no puedo alcanzar,
siempre "huyendo" de la verdad.

Ahora,
después de recibir una alegría perfecta;
una libertad, un logro impresionante,
sigo pensando en lo que me falta por lograr.

Soy tan pequeño,
y eso me alegra.
Soy tan joven,
y eso me emociona.

A cometer "errores",
ese es nuestro cometido.
A vivir plenamente,
esa es nuestra tarea.

Caminemos hacia un norte,
que puede estar hacia el sur.
Tomemos ruta hacia el oeste,
ahí por el este.

Tomá esa ruta conmigo,
buscando algo que no se nos perdió.
Agarremos el carro,
y encontremos ese cambio innecesario.

Innecesario? No, por lo contrario...
Ese cambio necesario, por ser innecesario.
Esa ruta distinta, diversa nueva.
No importa cuanto asuste, un nuevo camino.

Una vez ahí en el camino,
detengámonos...
Sintamos el aire...
Sintamos el pasto...

Hagamos esas figuras en las nubes!
Pero no tras una ventana.
No, no tras una casa.
No...

Sino más bien, bajo el mismo cielo y la misma libertad

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