sábado, 24 de julio de 2010

Parte 1 - Capítulo 1 - Página 4

Ya más tranquilo, Nicolas decidió que era hora de volver, pero en ese momento, vio algo borroso y rojo frente a sus ojos, sorprendido, enfocó a ver qué tenía al frente, y ahí fue cuando vio a Rebecca.
- ¡Hola! - dijo Rebecca con una sonrisa en su rostro - ¿Tenés un cigarro?
- ¿Marlboro Light? - respondió Nicolas un poco confundido, no estaba seguro si hablarle o no, no sabía qué decirle.
- Exactamente lo que fumo. ¡Qué suerte! - los ojos de Rebecca eran sumamente grandes, un color verde marino, que le traía recuerdos de momentos menos complicados.
- Me llamo Nicolas, Nico, mucho gusto. - las palabras de Nicolas salían con una calma tan grande que era difícil darse cuenta de que hacía tan solo cinco minutos había estado enojado.
- Becca; bueno en realidad Rebecca, el gusto es mío. ¿Disfrutando la fiesta? - su voz era impresionantemente calmada, y sus movimientos hicieron que Nicolas pensara en una ninfa, o en un hada, mientras estaba hablando con ella.

Rebecca

Rebecca es una mujer de 23 años. Mide 1.55mts, tiene el cabello rojo como un fuerte amanecer, totalmente alisado; su figura parece la de una muñeca, ya que su cintura marcada y su busto grande, hacen que tenga un cuerpo deseado por muchas mujeres, odiado por otras y del gusto de la mayoría de los hombres. Sus ojos, muy grandes, verdes marino, hacen que tenga un gran contraste con su cabello rojo. Tiene una sonrisa extensa que generalmente tiene en su rostro.
No le importa lo que la gente llegue a pensar de ella, siempre y cuando no sean personas cercanas, disfruta mucho de salir de fiesta con sus amigos y amigas. Además de ser modelo, es una estudiante de Psicología, pagándose sus propios estudios con el dinero que gana con su carrera de modelaje.


- En realidad llegué hace como una hora, y lo que he estado, ha sido bastante entretenido. - Nicolas se dejo llevar por la calma que Rebecca le estaba mostrando, y simplemente decidió darse la oportunidad de conocer a alguien nuevo, algo que el disfrutaba mucho.
- ¿Y qué estás haciendo acá, invitado, conocido del dueño de casa, o simplemente viste la fiesta y decidiste entrar? - la curiosidad que mostraba Rebecca no era por ganas de crear chisme, era curiosidad pura, ganas de conocer a Nicolas.
- Un poco de todo jajaja. ¿Ves ese rótulo de ahí arriba que dice Felicidades Mariel? - las palabras de Nicolas tenían un poco de ironía en su tono.
- Sí, ¿por qué? - preguntó Rebecca un poco confundida.
- Pues Mariel, es mi mejor amiga. Mi otro mejor amigo, Roberto, y yo estábamos caminando, para cambiar un poco la rutina, y de pronto escuchamos la música a lo lejos; escuchamos el ambiente de electrónica, y el DJ que está mezclando ahí, es uno de mis DJ’s favoritos locales, estuvimos en uno de sus eventos hace una semana. Bueno, cuando escuchamos la música decidimos acercarnos, y tomamos la decisión de entrar, justo en ese momento, Mari nos vio y nos invitó a entrar. - Al contar los eventos que acababan de suceder, Nicolas se dio cuenta de lo increíble que se podía escuchar eso.
- Parece que sos un hombre con mucha suerte Nico jaja. Yo por mi parte, soy la mejor amiga del dueño de esta... ¿Cómo le puedo decir? Creo que casa no es el término adecuado. - Ambos rieron con el comentario porque sabía que decirle casa a este lugar era un poco irónico.
- Yo no he tenido el placer de conocerlo todavía, pero según me cuenta Mari, es una persona muy agradable.
- Yo opino lo mismo. Ahora, la pregunta del millón, ¿casado, divorciado, soltero, enoviado, con compromiso? - La mirada pícara de Rebecca hizo que Nicolas se sonrojara un poco al hacerle esta pregunta.
- Llevo tres años soltero; nunca me he casado, gracias a Dios, y sin compromisos. Realmente no hay ningún hombre que me llame la atención en este momento. - Nicolas era muy seguro con su sexualidad, para el no era un gran problema que las demás personas supieran que el era homosexual.
- Ah, un hombre gay seguro de su sexualidad. ¡Lástima! Estas muy guapo y muchas mujeres les encantaría estar con vos.
- Gracias por el cumplido!

Nicolas dejó de pensar en el drama tan grande que había hecho por un problema tan pequeño como que Mariel no le había contado que tenía novio. Dejó de pensar en eso y solo se dejó llevar por la conversación que estaba teniendo con Rebecca.
Después de varios tragos, varios cigarros, y muchas risas, hablaban como si se conocieran de hace muchos años.

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